Las presencias invisibles que se perciben en la casa, pueden ser entidades buenas o malas...
Muchas personas al desencarnar, se sienten perdidas. Si no han desarrollado una fe en Dios, o no han confiado en que Dios las recibiría con su seno, Amor Infinito, pueden quedar vagando por zonas intermedias.
Algunas veces no desean irse, porque quedan apegadas a la casa (por eso es tan importante limpiar la casa si compramos una vivienda donde falleció alguien anteriormente). A veces, son miembros de la misma familia los que visitan la casa. Puede ser que lo hagan por amor o por rencor. Será importante evaluar esto. Es muy común que algunas almas permanezcan protegiendo a sus seres queridos por algún tiempo, esas almas debemos de agradecerles que nos estén cuidando, y en ese caso, su presencia es benéfica.
Pero la mayoría de las veces, los lazos vinculares conflictivos perduran más allá de este plano, y es necesario liberarse para poder continuar viviendo y progresando con felicidad.
En casos más graves, las presencias pueden indicar energías que han sido enviadas con mala intención para observarnos, perjudicarnos o molestarnos y esas son la que debemos observar y luego atacar.
En ese caso lo notamos especialmente al irnos a dormir, no nos dejan descansar y nos asustan, algunos toman nuestras energías y nos podemos dar cuenta al levantarnos sentimos como si no hubiéramos descansado absolutamente nada. Sin embargo no hay que tenerles miedo. Debemos recordar nuestra total autoridad espiritual, y decirles que se retiren, llamando a la Presencia Divina, según sea nuestra fe, sahumeando y echando agua bendita para limpiar la casa y recordar siempre, somos los dueños de nuestras vidas y con fuerza podemos sacar a los intrusos de nuestro hogar.